June 30, 2009

XIII.

Trasnochado por tu encanto,
siento tu luz, me levanto,
miras...paralizas mi corazón,
y por un segundo, aguanto.

Divina sonrisa,
tu nombre me rescata,
brinco al espacio vacío
en busca de tus alas.

Suspiros apasionantes,
me regalas al anochecer
Sueño con tus letras cursivas
que describen mi placer.

Me besas con poesías,
mientras nuestras siluetas riman
ilustrando mi corazón,
con bosques de fantasía

Destellos incandescentes,
tropezando con el viento,
te busco por el pasillo,
y al verte estremezco.

June 26, 2009

XII.

Bailamos un tango con el corazón descalzo,
al compás ingrato de un marinero angustiado,
besos artificiales que desnudan mi trago,
sombras de agonía nadando en el río.

Cocuyo de inocencia en una noche violeta,
puñal de arena que desvanece con la niebla,
mareas artificiales chocando contra el antaño,
ráfaga de miedo escondida bajo mi manto.

Prosas escritas en un idioma romántico,
poemas violentos aturdecen mis llantos,
Rezos, cantos y gozos de pesismismo,
auyentan el miedo, pero será tu amor mío?

June 25, 2009

Recuerdos

Esta noche fría sentí
tu sonrisa, tu caricia clandestina.
Recuerdos de impulsos banales
que cortaron rima a nuestra poesía.

Lágrimas de pasión transparente
que dibujan tu rostro mientras duermes
el charco de lluvia gris rebelde
se ha evaporado de mi mente.

El tiempo ha mojado huellas,
dejando ambiciones subterráneas.
Si pudiese rescatar un momento
es cuando mirabas y mi corazón resbalaba.

Intentabas mientras yo desvanecía,
escondido detrás de la distancia.
Ahora nadaría en un volcán de hipocresía,
cualquier dolor antes que tu espada.

Inviernos eternos que no callan,
gritos cegadores de estrellas torturadas.
El brillo muere con cera de amargura,
y sin él mi vida pierde sus entrañas.

Destinado a escribir sin letras,
y mientras oscurece, el fuego se adormece.
Momentos eternos son apenas recordados
por tu amor perdido, y el mío condenado.

June 22, 2009

Legado

Soñador eterno de ambiciones redundantes,
en medio de un jardín de placeres enigmáticos y perfumes acariciantes.
Caen los dientes de marfil gravitando hacia lo contrario,
pero las teclas siguen sonando, y la gorda cantando.

Solsticios diarios y mareas en el cielo,
veredas desconocidas que confunden túnel con agujero.
Un estrecho que separa continentes sin descubrir,
centímetros de tristeza que miden el existir.

No quedan llantos para espectadores ambulantes,
la neblina se vuelve insolación de una vida isímil, cambiante.
Coloco mis huellas y las grabo en un altar de perlas,
trazando lienzos de esperanza que arpegian notas en vela.