Justicia

Quieres ser mi guía pero sólo cruzas pantanos
siguiendo las siluetas de perros callejeros,
ciega como un monumento destruido
por el apocalipsis fraudulento del placer.

Prostituta narcótica violada por el filo de mentes ignorantes,
tus poesías no riman más que una nota asonante,
una falicia sumergida en el mar nocturno
arrojada al fondo de lamentos ingenuos.

Olvidados por una diosa que abandona su creación
somos títeres con hilos cortados en forma de vena
acompañados por una idea obrera e insensata
nos convertimos en la saliva de reyes sin tronos.