June 22, 2009

Legado

Soñador eterno de ambiciones redundantes,
en medio de un jardín de placeres enigmáticos y perfumes acariciantes.
Caen los dientes de marfil gravitando hacia lo contrario,
pero las teclas siguen sonando, y la gorda cantando.

Solsticios diarios y mareas en el cielo,
veredas desconocidas que confunden túnel con agujero.
Un estrecho que separa continentes sin descubrir,
centímetros de tristeza que miden el existir.

No quedan llantos para espectadores ambulantes,
la neblina se vuelve insolación de una vida isímil, cambiante.
Coloco mis huellas y las grabo en un altar de perlas,
trazando lienzos de esperanza que arpegian notas en vela.

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